Para inaugurar este blog he querido hablaros de la
moda sostenible, qué es y cómo podemos conseguir que nuestra empresa contamine
menos.
Después del programa Fashion Victims de Salvados, hace ya unas cuantas semanas, fueron
muchas las personas que se hicieron eco de los problemas de producción de
algunas prendas, pero ¿han tomado alguna alternativa al consumo de moda
convencional? ¿Saben lo que es la moda sostenible? Porque hablar es muy fácil,
tras un TT todavía más y sin conocimiento de causa ya ni os quiero contar.
Es por ello por lo que escribo hoy este post. Por
ello, y porque después de acudir a varias mesas redondas en MOMAD Metrópolis y
MOMAD Shoes, se me abrió un mundo nuevo ante mis ojos, cegados por la locura
del fastfashion, que no puedo dejar de
observar.
En aquellas mesas de debate tuve el placer de
escuchar a profesionales del mundo de la moda y el calzado sostenible, como
Paloma García, fundadora de The Cirdcular Project; Gema Gómez, diseñadora y
fundadora de Slow Fashion Next; Mikel Feijoo Elzo, fundador de Skunkfunk; y
Jose Maria de la Peña, Director de Marketing de El Naturalista. Ambas moderadas
por Susana Vela, socia de Polka Press Comunicación.
La moda sostenible no es un estilo sino una forma de hacer las cosas.
Hechas las presentaciones, vamos al tema que nos
interesa, donde está la chicha. Dentro de las ponencias, la mayoría de los
profesionales resaltaron la idea de que la moda sostenible no es un estilo, ni
se debería relacionar a estas alturas con el mundo hippie – pasado de moda, sino
que es una forma de hacer las cosas. Es en los procesos de fabricación donde se
puede ser más sostenible y así evitar un mayor impacto al planeta. Hasta aquí
todo correcto, pero ¿qué pasa cuando se exige una sostenibilidad 100%? Todos
los asistentes coincidían en que es prácticamente imposible, ya que hay
procesos como el transporte que siempre contaminarán, pero se pueden buscar
soluciones menos dañinas.
Tenemos por tanto, que para ser más sostenibles se
deben vigilar todos los procesos que conlleva la fabricación de una prenda,
desde la materia prima hasta la distribución del producto final. Si parece tan
sencillo ¿por qué no lo hacen todas las empresas? Porque entra en juego el
dinero, y claro, si quiero tener un mayor beneficio, vender a precios muy bajos
y mis materias primas son más caras de lo normal, ¿Qué margen me queda?
Aparte de las empresas que os he presentado
brevemente más arriba, y que os ampliaré en otros posts, hay grandes empresas
como Reformation, en las que se vigilan todos los procesos y se recicla el 80%
de los residuos sobrantes.
Os lanzo algunas de estas preguntas para reflexionar
y pensar un poco más sobre el fenómeno de moda que estamos viviendo en estos
tiempos y que nunca antes habíamos visto. Pero no olvidemos que la moda sostenible
puede convivir con la moda convencional en un mismo espacio (véase H&M u
otras grandes) y no por ello perjudicarse entre ellas.
En nuestra mano está cambiar, aunque sea un poquito,
nuestra forma de consumir haciéndola más responsable y sostenible.
¿Qué opináis vosotros del tema? ¿Creéis que el consumo de estas prendas subirá en el futuro?
Besos,
Irene.